Hoy vamos a tener una pequeña clase de economía, aunque ya voy avanzando que la cosa pinta mal para Sony. Lo cual no deja de ser curioso, cuanto peor les van las cosas a ellos, mejor nos tratan a nosotros; pero eso es otra historia. El caso es que hoy, la agencia de valoraciones Fitch, una de las tres más grandes del mundo, ha rebajado la deuda de Sony al nivel más bajo que ha tenido nunca, el BB-.
Para que nos hagamos una idea, Fitch es una firma que cataloga la deuda de las empresas (o países) en función de la posibilidad que tienen éstas de devolver dicha deuda. Cuanto más solvente es la empresa, más alta es la nota, siendo la más alta un "AAA" y la más baja una simple "D". De BBB- para abajo se considera que ya no es un inversión, sino una especulación de riesgo. Al entrar Sony en la nota BB- pasa a estar por debajo del ratio mínimo y su deuda se pasa a denominar "basura".
¿Por qué pasa esto? Por dos motivos: el primero es la fortaleza del yen frente al dólar. Todas las operaciones internacionales se realizan en dólares, y como Sony tiene su sede en Japón, tiene que convertir esos dólares en yenes. Si el yen sube respecto al dolar, Sony pierde dinero con el cambio. A Panasonic y a Sharp, otras dos empresas japonesas de tecnología, les está pasando exactamente lo mismo. El otro motivo se debe a que en China han estado haciendo protestas violentas contra empresas japonesas, lo que ha disminuido el dinero que procede de ese país.
Según dicen los expertos, si se colapsara el negocio principal de la compañía, sería un problema; pero todavía no hemos llegado a ese punto. Lo que sí está claro es que si la deuda de una compañía baja, la cantidad de inversores que meten su dinero en esa compañía será menor. Bajará el precio de las acciones y la compañía tendrá menos margen de maniobra para fabricar o para investigar nuevas posibilidades. Es un círculo vicioso.
Sony es una empresa, y como tal, debe generar dinero. Pero para eso necesita negocios lucrativos, es decir, que generen más dinero del que cuesta ponerlos en marcha y mantenerlos, cosa que últimamente no se le da muy bien. Vita está siendo un desastre en ventas, su división de televisores Bravia da pérdidas y la mayoría de sus productos tienen precios superiores a la competencia sin ofrecer nada que justifique esa diferencia. Kaz Hirai lleva al frente de la empresa desde marzo y lo único que ha hecho ha sido vender una división de productos químicos y despedir a un montón de gente. Esperemos que tenga algún plan secreto o todo Sony lo va a pasar muy mal en un futuro a corto plazo.
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