lunes, 27 de junio de 2011

La escalada de pirotécnia


Abu Simbel Profanation - Spectrum - 1985
La mayoría de nosotros, de pequeñitos solíamos presumir con los amigos de las cosas más absurdas. Que si teníamos el álbum de cromos más grande, que si nuestro padre tenía un coche más grande, que si vivíamos en una casa más grande... Ahora, ya creciditos, seguimos presumiendo del tamaño de las "cosas" que tenemos. ¿A que sí? Bien, esto es parte de la naturaleza humana a la que pertenecemos, no sirve para nada pero no se puede evitar.

En las compañías de videojuegos pasa algo parecido. Son como niños en el patio de un colegio, presumiendo de que tienen estudios de desarrollo más grandes, que hacen juegos más espectaculares y que sus ventas son mejores que las de los demás. Lamentable, sí, pero igualmente divertido, siempre que los toros se vean desde la barrera y uno no esté por animar ni al toro ni al torero.

Metal Gear - MSX - 1987
Comparaciones taurinas a un lado, me gustaría centrar el tema en como los videojuegos han evolucionado en los últimos tiempos. Antes, hace muchos, pero que muchos años, dos amigotes podían hacer que un par de pixeles se movieran por la pantalla y cobrar por ello, no mucho, pero lo suficiente para ir tirando. Podía llevar un par de semanas de picar código en el garaje de uno de ellos, luego lo vendían a cuatro gatos mal contados y poco más. El caso es que lo llamaron videojuego y servía para que los niños se entretuvieran cuando llovía y no podían salir a jugar con la pelota. 

Hoy en día, un juego de bajo presupuesto cuesta medio millón de dólares, uno normalito ronda los dos millones y una súper producción se puede disparar hasta los 50-100 millones. Los estudios pequeños rondan las 50 personas, los grandes superan las 200. Y un juego que no llega al millón de copias vendidas es considerado un fracaso comercial. Con lo que yo me pregunto ¿qué demonios ha pasado entre el antes y el ahora?

Shadow of the Beast - Amiga 500 - 1989
Una de las cosas que ha pasado es la "Escalada Tecnológica", algo que pongo entre comillas para que destaque más, porque es más importante de lo que parece. Que la tecnología avanza es algo completamente obvio, no hay más que ver el teléfono móvil que llevamos en el bolsillo y compararlo mentalmente con el primero que tuvimos. A los ordenadores les ha pasado algo parecido, sólo que por dentro, una parte que la mayoría de la gente no suele ver.

Monkey Island - PC - 1990
La mejora en la informática nos ha traído procesadores más rápidos, memorias más grandes, discos duros más duros... y en general la posibilidad de programar cosas que antes eran imposibles. Y lo peor que se le puede dar a un informático es la posibilidad de hacer algo que no se ha hecho antes, porque no sé que gen salido de sitio tienen estos tíos que basta que les pongan un reto para que intenten superarlo. Es como decirle a un español que no hay huevos de hacer algo. Si a un programador le das un nuevo juguete experimentará con el hasta que lo destripe.

Doom - PC - 1993
Ahora extrapolemos al mundo de los videojuegos las nuevas posibilidades que han ido llegando con el avance de la informática. Descubriremos que de dos pixeles hemos pasado a miles de millones de polígonos texturizados y con unos efectos gráficos que dejan Matrix a la altura de una tarjeta perforada. Esto, unido a la avaricia de las grandes empresas, da como resultado un puñado de directivos que piensan en como sacarle partido al asunto de la tecnología. ¿Cómo ganar más dinero que los demás? Si ya lo decía antes, como niños en un patio de colegio.

Donkey Kong Country - Súper
Nintendo - 1994
En este punto es cuando las grandes empresas, vamos a llamarlas Activision, Electronic Arts o Ubi Soft, por ponerles un hipotético nombre, empiezan a contratar gente y formar estudios de desarrollo cada vez más grandes con cada vez más medios. Se proponen hacer cosas que no se hayan hecho antes, cosas más espectaculares, porque así venderán más que las demás. Destinan millones a sus proyectos con el objetivo de ser mejores, más espectaculares, más grandes y más épicos.

Ridge Racer - PlayStation - 1995
¿Y lo consiguen? Por supuesto que sí, claro que lo consiguen. Ahí están sagas como Call of Duty, Need for Speed, Prince of Persia, Mass Effect, Medal of Honor, FIFA o Assassin's Creed. Todo títulos que año tras año van siendo más espectaculares que el anterior, cada vez más épicos, cada vez más increíbles y cada vez más caros de producir. Así es como evoluciona la "Escalada Tecnológica" en una "Escalada de Pirotecnia", pues los juegos se rodean cada vez de más y más fuegos artificiales.

Final Fantasy VII - PlayStation - 1997
Pero todo esto, que puede parecer tan bueno para el comprador, tiene una parte oscura, pues nos acostumbra a un nivel visual que hace que en ocasiones nos olvidemos de lo más importante: tiene que divertirnos, o eso deberían hacer. Acabamos pues, rodeados de productos hiper-mega-caros, pero que no pasan de ser productos sin alma, sin jugabilidad, sin diversión. Las compañías se centran tanto en esos fuegos artificiales que se olvidan de todo lo demás. Más bonito = más ventas, fórmula que por desgracia se cumple en demasía.

Aunque a veces falla. Ahí es cuando llegan las lágrimas, juegos que han costado millones no venden los suficiente y no cubren los costes de desarrollo. Los estudios se desmantelan, la gente se va al paro e incluso franquicias de conocido renombre, como Guitar Hero, se van al foso del fracaso tras haber tenido un pasado lleno de gloria.

Metal Gear Solid - PlayStation - 1998
También hay excepciones, como Nintendo, que se sitúa en uno de los extremos de la balanza: no se centra en la parte tecnológica, es más, pasa olímpicamente de cualquier tipo de escalada, centrándose únicamente en la jugabilidad y la diversión. Es un camino a seguir, pero sin los fuegos artificiales parece que sus productos están un paso por detrás. No lo están en cuanto a diversión, pero la imagen que da no es la misma que otros productos más "bonicos". Claro que por qué les va a importar la imagen que den... si al final venden a espuertas.

Metal Gear Solid 2 - PlayStation 2 -
2001
En el otro extremo de esa balanza imaginaria están empresas como Sony, con sus estudios internos como Naughty Dog o Sony Santa Mónica, haciendo juegos que cuidan tanto su alma como su aspecto físico. "Mens sana in corpore sano", que diría Juvenal. Títulos como Uncharted o God of War demuestran que es posible aunar todo en un producto redondo, espectacular, divertido y jugable.

Pero volvamos al problema inicial. Los juegos cada vez son más espectaculares y ¿qué pasa cuando un nuevo juego no consigue superar al anterior? Que el comprador se siente defraudado. Todos esperamos cada vez más artificios, cada vez más espectáculo, cada vez más epicidad. ¿Qué pasa cuando pagamos esos precios carísimos por un producto que no colma todas nuestras ansias? Frustración, rabia, desilusión... sólo por citar algunas de las sensaciones que se pueden dar. ¿Cuantas veces habremos esperado que una segunda parte fuera mejor que su predecesor y no ha sido así?

God of War - PlayStation 2 - 2005
Bioshock 1 y 2 pueden ser un buen ejemplo. Todo el mundo esperaba que la segunda entrega de esta aventura ambientada en la ciudad sumergida de Rapture fuera todavía más increíble que su original, pero no lo fue. Tampoco fue un mal juego; sin embargo fue vapuleado por acabar por debajo de las expectativas de la gente. En el otro lado tenemos Uncharted 1 y 2, donde la secuela superó en todo, y de forma increíble, lo visto en la primera parte. ¿Podrá la tercera superar en todo a la segunda, o tendremos una nueva decepción por parte de la gente?

Metal Gear Solid 4 - PlayStation 3 - 2008
Para evitar estas decepciones tal vez sería mejor seguir jugando con aquellos dos pixeles, pero entonces nos perderíamos auténticas obras maestras, tan épicas y legendarias que nos han clavado en nuestros sofás hasta el punto de meternos dentro del juego. No, yo creo que es mejor así, creo que es mejor acostumbrarse a lo bueno aunque haya que llevarse chascos de vez en cuando. Creo que es un precio asequible a pagar a cambio de ver cada día unos fuegos artificiales más increíbles que el anterior.

Uncharted 2 - PlayStation 3 - 2009
Pero ojo, siempre teniendo presente que no todo va a estar a ese nivel increíble, que no es posible que cada juego sea siempre mejor que el anterior. Algo que no sube el nivel un nuevo peldaño no tiene por qué ser malo. Hay muchos juegos así, que sin ser nefastos, ofrecen simplemente una buena experiencia, sin llegar al nivel "exigido" en la actualidad. Siguen valiendo la pena, por supuesto, y se merecen una oportunidad más allá de 5 minutos y el clásico "qué asco, no mola, pasando".

Battlefield 3 - PC - 2011
Ahí están juegos como Darksiders, Brutal Legend o Enslaved, por poner algunos ejemplos. Juegos que tal vez están un paso por detrás, pero que aún así vale la pena darles una oportunidad porque realmente son divertidos. Desde aquí os animo a todos a que disfrutéis de las virtudes de cada juego, de la epicidad de las grandes súper producciones y de la diversión de los modestos. Otra cosa, claro está, es tener tiempo suficiente para poder jugarlo todo.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario