Hay días en que uno se ve obligado a dar noticias muy tristes, y hoy es uno de esos días x1000. Los que llevan poco tiempo en este mundillo, léase menos de 15 años, tal vez no les afecte tanto, pero para los más veteranos es una verdadera pena. Ayer ha cerrado sus puertas, y para siempre, una compañía emblemática: LucasArts.
Mi primer contacto con esta compañía se remonta a la época el Spectrum, allá por 1989, cuando todavía se llamaba LucasFilm Games. Su primer juego que probé fue Indiana Jones y la Ultima Cruzada, y no hablo de la aventura gráfica, esa vino después, sino del juego de plataformas. Las aventuras gráficas llegaron ya con mi primer PC: Maniac Mansion y el mencionado Indy3. A partir de ahí ya fue un no parar, con su punto álgido en los dos primeros Monkey Islands, los cuales me pasé por primera vez en un Amiga 500.
Pero no sólo de aventuras gráficas ha vivido LucasArts. Ha hecho muy buenos juegos de Star Wars, como la saga X-Wing, o la saga Dark Forces/Jedi Knight. Más recientes son los dos The Force Unleashed, aunque quizás viendo la cuestionable calidad de estos se pueda explicar un poco la decisión que ha tomado Disney.
Lo cierto es que LucasArts tenía un pasado glorioso, pero venido a menos. No es que hicieran juegos malos, pero últimamente tampoco conseguían la calidad que se le exige a una compañía como esta. Como todos sabemos, hace unos meses Disney compró LucasFilms al señor George Lucas por 4.000 millones de dólares (la compra incluía LucasArts) y estaba claro que no lo hacía por amor al arte: era una inversión y como tal debía dar dinero, no perderlo. Por eso es que no se ha cortado ni un pelo a la hora de sacar el machete y cercenar a la compañía. Lo peor de todo: 150 personas que se han quedado sin trabajo, según Kotaku.
De cara al futuro seguirá habiendo juegos de Star Wars, faltaría más, ya lo han confirmado. En el fondo todos sabemos que eso es una mina de oro si se sabe explotar bien, aunque ahora Disney licenciará la franquicia y serán compañías externas las que se encarguen de los proyectos. Para Disney es más seguro y más rentable, siendo una política muy común hoy en día entre las grandes empresas: externalizar proyectos.
Star Wars 1313, que estaba en desarrollo para la nueva generación, ha sido cancelado, aunque hay una pequeña posibilidad de que tal vez otra compañía termine el trabajo. Star Wars: First Assault, también en desarrollo, puede considerarse como cancelado, muerto y enterrado. Respecto a las sagas consagradas, como Monkey Island, los derechos seguirán en manos de Disney, que podrá (o no) licenciarlas para que otras empresas se encarguen de desarrollar nuevas entregas.
Así de duro es este mundo. Lo que no da resultados se destruye, las compañías invierten mucho dinero y exigen beneficios. Quien no los da, es recortado. Puede que Disney todavía vaya a utilizar el nombre de LucasArts como marca comercial, que lo hará, pero el estudio se ha ido para siempre, y con ellos, una parte de nuestra infancia. Adiós chicos, y buena suerte.
 |
| Grim Fandango convertido en realidad. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario